martes, 3 de diciembre de 2019



CUESTIÓN DE EDAD…



Cuando cumplí los 50 años, empecé a mirarme recurrentemente al espejo como despidiéndome de mi juventud y supuesta belleza. Encontré arrugas, manchas, pliegues en los que nunca había reparado. Después de la ducha mi peor tortura era observar mi cuerpo en el espejo, (de hecho evalué sacarlo de ese lugar), mis senos perdieron turgencia, mi estómago colgaba inerte ,mis piernas y nalgas ya no eran atractivas ,entendí porque ya mi pareja no me tocaba ,ni me deseaba como antes cuando cada caricia era el preámbulo de un encuentro sexual, ahora un roce era una forma descuidada al encontrarnos en el mismo espacio ,teníamos sexo pero con un sabor a costumbre más que ha deseo, lo comprendía cada día más, me había vuelto una mujer poco deseable, él se mantenía bien con las cosas típicas de la edad pero para mí estaba bien, porque los hombres no necesitan estar tan cuidados como nosotras, además yo quería cuidarlo porque la competencia es mucha y en su trabajo las mujeres son muy bonitas.
Mi vida era plana, mi hijo ya hacía su vida, las visitas se distanciaban, yo me preocupaba de la casa y de mi trabajo que era lo que más me entusiasmaba pero que no me ofrecía mayor desafío, esto me exigía arreglarme un poco más para estar presentable en la atención de clientes.
Como un programa de autocuidado laboral, nos ofrecieron participar en talleres que serían implementados en la oficina, en informática se concentraba la mayor cantidad de jóvenes y en su gran mayoría hombres, nosotros en atención al cliente éramos un variopinto grupo en su mayoría mujeres, pero curiosamente votamos de la misma manera, yoga y cuecas bravas, pensé en que me quedaría y después de pensar en todo el tiempo libre que tenía decidí tomar los dos.
En la noche mientras cenábamos le conté a Manuel de los talleres y mi decisión, -que ridícula, como se te ocurre ya esta vieja para eso, en yoga después no te vas a poder ni parar, y cueca ¡te vas a poner esos vestidos bien pegados?¡estás loca! - fin de la conversación, tenía razón, como se me había ocurrido, no estaba para hacer el ridículo.
Se acostó molesto, yo tras él, en la cama lo busqué para que se relajara, como siempre lo hacía, no cedió, me di vuelta y me dormí al otro día fue lo mismo, solo que mientras se duchaba me di cuenta que su teléfono recibía una serie de mensajes y estaba en silencio vi como aparecía uno y decía –Te espero con desayuno-, ¿quién era?, al salir del baño se lo pregunte, me grito que era intrusa, que no podía hacer eso, que no me importaba y se fue.
Llegue a la oficina con desgano a veces pensé que haría si él se fuera, si me quedara sola, en eso pensaba cuando llego mi jefa y me dijo que tenía que inscribirme por lo menos en un taller que era obligación, en un arrebato le dije que ingresaría a los dos, iba a tomar tiempo para mí, estaba decidido.
Al volver, seguía enojado peleamos de manera muy violenta y dijo que se iría, mil veces lo dijo, nunca era así, al otro día lo vi arreglar sus cosas y me dijo que ya estaba harto, que él estaba para otras cosas, que ya no me quería, que no era lo que el merecía, que estaba   descuidada, que no lo excitaba, solo agresiones, era tanta mi pena y mi vergüenza, en realidad era todo eso, tan mal estaba, me fui llorando y buscando explicaciones.
En el trabajo todo era entusiasmo, era el primer día de cuecas, fue un día devastador, pero una de mis compañeras que noto mi pena me dijo que me quedara que me haría bien y lo hice, pero solo por no volver a casa.
Al inicio de la clase no pidieron que hiciéramos parejas, se acercaron los hombres y se ofrecían de acompañantes, a mí se acercó Pablito ,30 años, joven, alto, buen mozo, muy simpático, podría ser mi hijo, lo acepte porque en un gesto divertido se arrodillo ante mí y me dijo- acepte a este mil veces rechazado para tener el honor de lucirla en este digno salón- todos aplaudieron la ocurrencia, siempre hacia locuras así, en esas horas me entregue a bailar como si se fuera mi alma en ello ,,quería sacar mi pena, mi frustración, se hizo tarde ,solidariamente ,los que tenían auto ,acercaban a los demás ,mi compañero de baile se ofreció a llevarme ,yo acepte, me dejo en la casa no tenía ganas de entrar ,parece que él lo notaba porque solo me dijo -¿animo!-,así lo hice la casa estaba silente, yo triste.
La siguiente vez el profesor no planteo una presentación para el aniversario de la empresa, pero deberíamos ensayar mucho, nos motivó a ensayar en los tiempos libres, Pablito era muy bueno, yo trataba de seguirlo, pero me costaba, se lo dije y me explico que era cuestión de ensayo, que si quería nos podíamos juntar una vez a la semana a ensayar, yo le dije que me parecía maravilloso y que podía ser en mi casa, el acepto y quedamos de hacerlo los viernes.
El viernes desde temprano me hablo recordándome el ensayo, dijo que compraría algo para comer, luego del trabajo pasamos a un local, compro unas fajitas y tequila, yo no bebo, pero estaba decidida a probar cosas nuevas, ya había entendido que la partida de Manuel era lo que debía suceder y también sus palabras que resonaban en mi cabeza, debían ser un impulso para este cambio, era la hora de decir basta, de vivir, de amarme, no sabía cómo, pero aprendería.
Comimos, bebimos y bailamos, la cueca es seductora, pero Pablito, ¡podía, ser mi hijo¡, mientras bailábamos se le ocurrió que pusiera mi pañuelo entre mis pechos, en el paseo y el al empezar lo sacaría con los dientes, me reí y accedí, lo hicimos y nuestros ojos se encontraron de una manera, al rato descansamos hechados en el sillón, me dijo que tomáramos golpeaditos, yo no sabía cómo hacerlo y él me enseño ,fueron mucho hasta que aprendí la técnica, en ese rato yo deje mi pañuelo en el escote ,esperando seguir el ensayo ,me dijo bailemos y se corrió hacia a mí en el sillón sin pararse ,acercando mi boca al pañuelo, pero no lo tomo en su lugar tomo mi boca y me beso apasionadamente, yo lo disfrute ,hasta que me di cuenta de lo que pasaba y le dije que no siguiera ,me pregunto porque y le dije –puedes ser mi hijo-,-solo contesto –no lo soy-.y en un rápido movimiento me cubrió con su cuerpo, se movía sobre mí ,mis piernas se abrieron solas recibiendo al visitante ,sus labios calientes y jugosos cubrían mi boca como un bocado delicioso que no quería que se acabara ,me relaje y tome sus muslos con mis manos enganchadas como garras ,me mordía ,lamia ,tiraba, chupaba y recorría mi cuello mis labios mis hombros, sus manos tiraban hacia arriba mi vestido y yo entre mis piernas sentía su miembro erecto que chocaba en mi como anunciando su llegada ,se separó  de mi saco su camisa y pantalones yo tire mi vestido y quede en ropa interior lo miraba y era hermoso ,su piel morena ,velluda, caliente, tersa ,olía a perfume ,estaba caliente y dispuesta pero no me desnudaría frente a él así no más mi cuerpo no podía estar al nivel de las mujeres con la que se involucraba ,eso era seguro.
Me miro y se acercó me desnudo, yo rápidamente tome su camisa y me cubrí, no era capaz de exhibirme, tomo la camisa y la tiro, yo no la soltaba, era como si fuera mi salvación, se acercó suavemente y me beso, - me gustas toda -, solté suavemente la camisa, él me miraba y se acostó sobre mí, yo estaba húmeda, entro en mi como si siempre lo hiciera, fue un movimiento cadencioso ,lento ,rítmico ,profundo ,me besaba y tomaba mis pechos ,sin apuros ,era entregado ,distinto, intenso ,terminamos en un abrazo apretadísimo vibrando juntos.
Me miraba a los ojos permanentemente ,se tendió a mi lado y me abrazo dejando mi cabeza sobre su pecho acariciaba mi pelo y lo besaba ,pasaba sus manos por mi espalda ,besé su pecho y vi como su sexo reposaba, lo acaricié suavemente el tomo mi mano y me enseño el ritmo cuando recupero su vigor y yo podía sentirlo hinchado y palpitante saco mi mano parando el movimiento, mi sexo percibía mil cosquillas que recorrían mi columna, se incorporó llevándome con él, me dio vuelta como en un paso de baile y mi espalda quedo apoyada a su cuerpo sudado, me dobló junto con su cuerpo haciendo que apoyara mis manos en la mesa de centro ,yo solo quería sentirlo en mí, sentí sus dedos mojados recorrer mis pliegues e ir abriéndolos con ellos, preparaba el camino, subía y bajaba mientras mi respiración sibilante era un murmullo en la casa, sentía algo más suave ,más grueso ,más caliente, era si miembros acariciándome me abría como una fruta desprendiéndose de su cascara ,contenía mi placer apretando mis musculo para llegar en el momento exacto al clímax más profundo, al abrir las puertas y entrar irreverente, sentí que me desvanecía era una sensación embriagante nos movíamos al son de una melodía imaginaria ,solo tu voz jadeante rompía el silencio y calentaba mi lasciva creatividad visualizando tu cuerpo desnudo tras de mí. Fue tan largo como placentero ,noté su juventud en su magistral  y fructífero  desempeño ,estaba cansada  pero no quería dejar de desearnos  ,descansamos un rato ,fue al baño lo vi alejarse desnudo ,despreocupado ,poderoso .Al volver me dijo que si podía quedarse no lo dude ,le dije que fuéramos a mi cama cuando me metí en ella el tomo mi pierna y empezó a besarla al llegar a mi entrepierna la bajo abriéndolas ,puso un cojín bajo mis nalgas y enterró su cabeza en mi vagina lamía con fuerza su lengua dura como una daga que destazaba mis espacios y se hundía cada vez más adentro lo recibía jugosa ,su lengua descubrió la capucha que escondía mi rincón más arrebatador lo tomo entre sus dientes con suavidad tiritaba ,espere atenta el próximo movimiento  fueron dibujos circulares a su alrededor mis ojos veían solo una luz brillante y cegadora ,los vellos de todo mi cuerpo acusaban recibo de su estimulo. Sentí, como el subía sin despegar su lengua de mí, llegó a mi ombligo, en el entró su lengua como buscando un tesoro en su interior. No detuvo su camino hasta llegar a mis labios y tomando posición para depositar su sexo dentro de mí, me poseyó con el ímpetu de su juventud, con fuerza ,sin reparos, con un ritmo frenético que me obligo a equiparar su esfuerzo ,para terminar juntos en un climax ,tan febril que creí no resistir ,lo sentí temblar abrazado a mí …

Al día siguiente todo se desarrolló con la normalidad de una pareja ,desayuno en la cama  ,una ducha juntos, una tarde de sexo…
Desde ese día no nos hemos separado, tenemos este secreto ,porque yo lo quiero así, todavía me cuesta enfrentar a los demás con este hombre como pareja. Hoy lo llamo Pablo, en la cama y en la vida me ha demostrado que es un hombre adulto,quiere que trasparentemos nuestra historia,me dice que la edad es un dato y que el amor trasciende eso…lo creo, pero necesito tiempo para aceptar que es real lo que sentimos,mientras disfruto de todo lo que significa ser nuevamente una mujer feliz….     

2 comentarios:

  1. La edad está en el corazón... Hay quién tiene la suerte de encontrar a quien le pone el contador a Cero.

    Muy buen relato.

    Mil besitos ❤️

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