martes, 3 de diciembre de 2019


NUESTRO VIAJE….
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Sabía que esta noche volverías a viajar, irías al pasado, al futuro y volverías, me angustiaba saber que regresarías triste y confundido. Tomé una mantilla y me dirigí al hospital era tarde, tenía que entrar rápido y evitar que te medicaran. Fue fácil, no son cuidadosos en ese maldito lugar, los guardias duermen y las enfermeras ven televisión.
Llegué a tu habitación y esperé en un rincón, oculta tras un mueble que llegara la enfermera. Cuándo entró y puso en tu boca esa pastilla, quedé atenta a que se fuera. Al salir, rápidamente me acerqué y te pedí que no la tragaras, no me veías estabas absorto en otro espacio, te besé y con mi lengua sentí que la pastilla seguía ahí. Pasé mis dedos por tus labios, abriste suave la boca y saqué el medicamento con mi dedo, sonreíste, lo que me devolvió la serenidad, sabias quien era….
Me recosté a tu lado, viajaríamos juntos, no te dejaría solo. Te abracé con fuerza y en un momento estábamos nuevamente en tu casa, me mirabas y sonreías, éramos tu y yo. Éramos distintos, no teníamos heridas, a mí no me habían crecido alas y mis trenzas iban amarradas. Tú sonreías y pintabas, tú sonrisa era especial…burlesca, es más te burlabas de mí, fumabas y me hablabas de un libro que me prestarías para que leyera, siempre tenías algo que enseñarme.
Todo parecía estar bien, mientras observabas, tomaste mi mano, sonreíste, pasaste tus dedos por mis cabellos…te entendí, ahora no tenía trenzas …habías vuelto, estuvimos y estábamos.
Como un remolino llegamos a otro tiempo, tú rostro cambio, te vi solo, triste, con heridas abiertas, quise ir a tu encuentro, pero,[OGSP1]  no era mi tiempo, solo podía observar, lloré tu soledad, me abrace a ti ,traspasabas tu angustia ,mis colores cambiaban se volvían grises, sentía como tu corazón latía acelerado observando a ese Gustab.
 El ¿por qué?, lo sabes tú. Tienes las respuestas, están ahí, latentes y lacerantes, ¿no es más fácil dejar de tratar de cambiar las cosas y enfrentar los demonios?,¿Por qué no abrir las heridas, limpiarlas y curarlas?,¿A qué temes, a que tus demonios sean más grandes que tú?
Gustab, te conozco, eres más grande y poderoso que todos ellos, tus heridas cerraran, si las limpias. Te ofrezco mis alas, para acabar con ellos, te ofrezco mis manos para curar tus heridas, solo pídelo…
Si me dices que nunca más viajaras, que miraras de frente y sin divagar todo lo que te atormenta, sí me juras que todo lo pasado, será solo eso...pasado, sí me prometes que volverás a ver con el alma, que tus ojos tendrán nuevamente el brillo de ella…Te prometo que mis pasos acompañaran los tuyos,
Cuando la luna ilumine, te acunaré entre mis piernas y velaré tu sueño, hasta que cada demonio sienta temor de nosotros.
Te guiaré, irás a ciegas, por cada lugar donde un recuerdo te atormente, tengo la fuerza para poder convertirlos solo en experiencia.
Te cubriré con mis alas frente al frío de la soledad, beberás de mis labios el néctar de la pasión.
 Dormirás en mis pechos arrullado por el ruido del mar, conocerás a nobleza de la entrega en cada caricia, mis ojos serán los espejos en los que verás tu alma.
Entraremos en el mar, los peces de colores besarán nuestros pies, traerán ofrendas de corrales y algas, ese será el recuerdo que quedará de la que nombraste como tu princesa… ahora solo la princesa de un reino más allá de la realidad.
Soltarás mi mano, yo me iré con ellos y tú de vuelta a la vida, tomaras la mano de la que te hará feliz, yo observaré, desde  la isla ,bajo el árbol, recostada sobre el musgo y las hojas, cubierta por el sol , con las zapatillas de colores y las trenzas sueltas...y seré feliz porque te veré caminar por la playa mientras fumas, te veré pintar te veré crear ,te veré sonreír ,te veré abrazar la felicidad…


Te pienso…(a Gustab)

Pensé en ti, mientras el sol caía, te imaginaba mirando el horizonte vestido de rojos y violetas que se difuminaban con sutileza. Te imaginé como tantas veces …haciendo sólo que te hace feliz, conformándote con lo simple, sin competencias, sin afanes, sin frustraciones…
Pensé en ti, cuando vi el mar furioso, te imaginé pintando, de colores inexistentes, con trazo apasionado, con arabescos febriles, con manos intensa…
Pensé en ti, cuando vi un hombre caminando pausado por la costanera, al encuentro de una mujer tan mayor como él. Se abrazaban y besaban como si fueran adolescente, como descontando minutos a la espera de ese encuentro. Creó que se besaban de antes… desde que se pensaban, te imaginé pensándonos……
Pensé en ti cuando vi los niños corriendo en la playa, obligando a las gaviotas a levantar el vuelo. Te imaginé elevando tu vuelo en plenitud…
Pensé en ti, cuando sentí el aroma a cocina casera, con mano de madre, cocina de aliños y cariños. Te imaginé en la mesa fotografiando mentalmente, el vapor y creando mil imágenes…
Pensé en ti, cuando recordé tu alma, esa que creíste perdida, te imaginé acariciándola, curándola...

6 comentarios:

  1. Me ha conmovido tu carta, declaración, sentir... la vida es injusta cuando se pasa con la paleta de los oscuros.

    Un abrazo y feliz día ❤️

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  2. Hoy los pinceles permanecen secos, sin vida, entre sus hilos se esconden azules permanentes y ocres cansados, no logran suavizar sus crines, la pintura se reparte en grumos de verdes azulados... amarillos tristes que no dejan de buscar su color. Secos, están secos, la trementina no logra suavizar sus cerdas. La paleta de colores empastada, luce oscura, no distingo los colores, me pesa el alma entre morados, entre rojos coloniales y oscuros negros funebres. Mis manos duelen, sienten como los clavos perforan un reumatismo incansable, los tubos lloran colores aceitosos que no logran aderirse firme a la tela.
    Mmmmm, las pastilla es cada vez más amarga, no distingo los colores, las malditas pastillas los hacen borrosos a mis ojos... son pinceles cansados, las paletas viejas y los oleos secos. Los rostros son agrietados en mis pinturas, aunque trato de suavizarlos con el plomo de sus componentes. La gente ríe al verlos, los retratos lucen cansados, sus ojos tristes y gruesos por la pintura seca, no les dan vida, lucen arrugados. De tanto buscar colores vivos, pierden su color.
    Miro al techo tendido nebulando mi vista tras espesas capas de humo , hasta que la brasa quema mis dedos perforando en su caída las roidas sabanas del hospital. Las enfermeras reclaman mi indolencia, pero saben que luego pinto con mis dedos sus cuerpos desnudos, les excita mi mirada perdida tras las telas, mi indiferencia a los hechos que acontecen fuera de mi cuarto.
    No siento, no sé, vivo entre mis demonios buscando explicación a mi infierno. Ellas lo saben, pero no les importa, mi piel las despierta cuando se encuentran solas, cuando limpian mi cuerpo desnudo entre las contracciones que provocan en cada caricia,tras cada lamida... se pavonean entre aromas de cuerpo y trementina, entre los restos de pintura, buscando entre las cerdas erguidas que esconden secretos apasionados, entre reacciones de mi piel a sus besos húmedos.
    - Gustab, despierta, muéstrame tus colores, dibújame con tus manos deja de sufrir, no escatimes en besos y caricias, muéstrame que estás vivo... - Repiten una y otra vez hasta que me deshago entre sus dedos.
    Todo se escucha lejano, hueco, como ecos perdidos entre los peñascos, como la pintura seca que no me deja pensar. La soledad de mis pensamientos me excita, me distrae y no logro los esbozos que dibujo en mi cabeza. Déjame sentir, el carbón no tira lineas, no logra sacarlas de mi cabeza... siento como mis cuerpo desaparece adentro, como mis huesos se deshacen entre dolores, a veces insoportables.
    Le entrego mis dedos a ella, las dibujo mientras se mojan por dentro, mientras gimen en silencio bajo las sábanas... siento su calor como quema mi piel, como arden los prepucios sodomizados.
    Viene otra pastilla que achicará mis ojos hasta quedarme dormido entre sus brazos. Pienso en volver a escribir, pero la pluma fuente ya no carga tintas, se habre en demasía no dibujando letras que terminan como garabatos en el papel.
    Gustab, necesito el calor de unos brazos angelicales, de suaves alas de pluma.

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  3. Pensar imaginando el abrazo que todo lo abarque...

    Un placer leerte.

    Besos.

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  4. Elevando el vuelo para alcanzar la tranquilidad que desaparece a cada paso. Abre tus alas y cuéntame porque somos tan diferentes.

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